La gran apuesta de China para su desarrollo interno ha sido el de la conectividad. El primero vinculado a la telecomunicación, principalmente el internet y el uso de la telefonía móvil. El segundo el transporte, donde resalta la conectividad entre ciudades – mediante los trenes de alta velocidad-, y la conexión dentro de la ciudad -urbes conectadas por metro, vías para transporte público, vías exclusivas para motos eléctricas y bicicletas- acercando a millones de chinos y abaratando costos al proveer en una misma zona geográfica productos y servicios que las empresas y consumidores ofrecen y demandan.
Hoy China se encuentra en constante expansión hacia al mundo. One belt, one road es un ejemplo claro de este fenómeno, (columna que pueden leer haciendo click aquí). El otro – y de alguna manera muy ligado- es el Cross Border e-commerce o Comercio Electrónico Transfronterizo, pero con un especial énfasis territorial al estar localizado desde las provincias chinas.
Pero, ¿qué es el Cross Border e-commerce? Una sencilla definición de esto es el de comercio internacional en línea. Implica vender o comprar productos a través de tiendas online, es decir, desde la comodidad del computador. El comprador y el vendedor no están situados en el mismo país, y generalmente, no operan con los mismos marcos legales para la interacción económica. A su vez, utilizan monedas diferentes e incluso distintos idiomas.
El comercio electrónico transfronterizo puede referirse al comercio en línea entre un negocio (minorista, por ejemplo) y un consumidor (B2C), entre dos personas privadas (C2C), por ejemplo, eBay o Amazon (incluso este último hace B2C). O entre dos empresas, a menudo marcas mayoristas (B2B), el cuál es el caso que nos interesa abordar.
Las provincias chinas – En general las provincias al interior de China, y en particular, el caso de la Provincia de Hubei- se encuentran en un proceso de desarrollo orientado al extranjero, es decir, internacionalizando su economía. La razón está en que con las reformas de apertura de Deng Xiaoping, los territorios chinos asumieron un rol importante tanto como actores del desarrollo local como en el plano internacional, con especial énfasis en la atracción de inversión extranjera directa. Dentro de ese contexto, el alto crecimiento que China ha alcanzado, su mayor urbanización, y su cambio en el modelo de desarrollo, de uno basado exclusivamente en exportaciones a otro basado principalmente en el consumo doméstico, ha hecho variar su posición en el mundo. China – y sus provincias- ahora buscan su propia inserción internacional (Pueden leer más en una anterior columna aquí). Y entre muchas posibilidades – por ejemplo, la ciudad de Wuhan, capital de Hubei, cuenta con puertos que conectan el río Yangtsé con los puertos marítimos de Shanghai- también está la digital.
Prueba de ello es que en la cumbre que se realizó en 2017 en Beijing, en la cual fue invitada la Presidenta Bachelet, haya estado en agenda el proyecto del cable transpacífico para mejorar las conexiones digitales entre China y Chile.
En la ciudad de Wuhan ya se han realizado distintos foros de comercio electrónico transfronterizo, como es el del CBEC Forum. A este foro asisten disímiles gobiernos locales, diferentes tipos de empresas, portales de negocios de distintos países del mundo, entre otros.
¿Cuánto tiempo tardaremos en ver una empresa china con sede en Wuhan comprando a una empresa chilena radicada, por ejemplo, en el Biobío algún producto agrícola que se encuentre en un catálogo en línea proveído exclusivamente para las empresas chinas?

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