Había dado mi opinión anteriormente al Diario Concepción sobre la Nueva Ruta de la Seda y su vinculación con las ciudades y territorios locales. Hoy vuelvo a desarrollar un poco más la idea de cómo las ciudades y comunidades locales pueden ser un aporte a la relación entre China y América Latina mediante la iniciativa OBOR o Nueva Ruta de la Seda.
El proyecto One Belt, One Road, es una iniciativa que el Presidente Xi Jinping propuso el año 2013 con el objetivo de conectar terrestre y marítimamente a China con Asia, Europa y África, rememorando la antigua Ruta de la Seda. Por su parte, América Latina, por razones geográficas naturales no está claramente presente en esta ruta comercial.
Sin embargo, la iniciativa One Belt, One Road puede estar presente en América Latina utilizándose como mecanismo de integración física en la región, primeramente, para luego conectar con China y sus ciudades y territorios.
La integración física la CEPAL la define como:
“la interconexión de las infraestructuras económicas, entre las que se cuentan las de transporte, energía, telecomunicaciones, agua y saneamiento, permiten generar transacciones dentro de un espacio geográfico y económico más amplio que lo nacional, posibilitando la integración del sistema económico y territorial a un nivel subregional y el surgimiento de cadenas regionales de valor”[1]
El proyecto OBOR es una iniciativa de integración física principalmente de Eurasia, ya que siguiendo la definición anteriormente señalada, va conectando diferentes territorios con diversas condiciones socioeconómicas, climatológicas – algunas de ellas extremas – pasando por diferentes países con sistemas políticos diferentes y expresiones culturales y religiosas, en algunos casos aparentemente antagónicas, resultando ser una tarea gigante para la política exterior china. El objetivo es “localizar” o “territorializar” este plan en proyectos concretos, asociándose con los países por donde está considerado el proyecto, y en particular, con las comunidades locales o ciudades en las que esta iniciativa entre en contacto.
¿Por qué utilizar OBOR como mecanismo de integración física en América Latina desde una perspectiva local? En este “subcontinente virtual” el escenario es diferente y aparentemente más sencillo. Aunque tenemos una raíz e historia común, con sistemas políticos semejantes y problemas socioeconómicos estructuralmente similares, hoy presentamos una evidente fragmentación, con claros síntomas de transitar por diferentes vías de desarrollo e intenciones de integración aparentemente opuestos. Por años, los Gobiernos Centrales han buscado mecanismos de integración, algunos enfatizando lo político, otros lo físico u otros lo económico y comercial, pero los Gobiernos Centrales en América Latina no han logrado ponerse de acuerdo por diferentes razones.
OBOR pasaría a convertirse en una fuerza aglutinadora, llevando un relato que ayude a la integración física de América Latina, desde una perspectiva local. Ésta a su vez se conecte con China marítima, aérea y digitalmente, con sus respectivas ciudades y territorios productivos en el gigante asiático. Si hablamos de cooperación entre China y América Latina, la mejor cooperación que China puede proporcionar a América Latina es la de ayudarnos en la integración física.
Las conectividad entre ciudades o regiones de América Latina, bajo un proyecto en común como es OBOR, puede ayudar con el tiempo a la integración de los mismos países.
[1] https://www.cepal.org/es/temas/integracion-fisica-regional