Las ciudades y su ubicación estratégica en materia geopolítica están moldeando la política exterior de los países. Un claro ejemplo de esto, enmarcado en la iniciativa Belt and Road de China, es el puerto de Gwadar, en Pakistán.

En abril de 2015, Pakistán y China anunciaron su intención de desarrollar el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) de $ 46 mil millones, donde Gwadar ocupa un lugar destacado en este corredor.

Este puerto, tiene acceso directo al golfo de Omán. Lugar estratégico para la conectividad marítima de China occidental (a través del corrido pakistaní-chino) con países en África, o su vecino más cercano: Irán.

Las actuales tensiones entre Irán y EE.UU tienen más que ver con China y su expansión geopolítica y económica sobre el océano índico, y en particular sobre una cercanía al estrecho de Ormuz que con un conflicto «nuclear» entre Irán y EE.UU.

La política exterior de los Estados está cada vez más «localizada» en ciudades o territorios estratégicos, como este caso de la ciudad de Gwadar. De ahí que las relaciones internacionales hoy, deben ser examinadas no sólo tomando en cuenta al clásico actor internacional, el Estado, sino además dónde se «localiza» la acción de la política exterior para entender su alcance.